Narrar en voz alta un relato a un niño
supone una actividad de gran valor intelectual, cognitivo y emocional,
que todo padre o educador debería poner en práctica cuanto antes. Además
de todo esto, es una magnífica forma de crear complicidad y de
estrechar vínculos afectivos entre unos y otros.
Sin duda, para muchos de nosotros el
ritual de nuestros padres o abuelos de leernos un cuento es uno de los
recuerdos más entrañables de nuestra infancia.
Veamos a continuación otros beneficios de leer cuentos desde una edad temprana:
Cuanto antes entren los libros a formar
parte de la vida de un niño, mejor. El hábito lector es imprescindible
para realizarse personal y socialmente. De ello dependerá mucho el
interés de los padres por poner libros a mano y de dar ejemplo leyendo a
su vez.
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Fuente: Actividades de infantil