Aquí os dejo otro cuento sin palabras aunque en este caso se trata de un gallinero. Como tiene sonidos y onomatopeyas viene muy bien para trabajar estos sonidos con los niños más pequeños con los que podremos además gesticular y representar la historia. A los más mayores los podemos poner de narradores, para que vayan contando lo que va ocurriendo, se inventen el nombre de los protagonistas, creen los diálogos, etc. Incluso podemos ir más allá y a partir de esta historia que se inventen dónde podría ocurrir, cómo es el gallinero, por qué hay gallinas que no ponen huevos, etc.