viernes, 16 de octubre de 2009

Orientaciones:Sexualidad Infantil

Artículo tomado de Guía Infantil.com
Papá, mamá, ¿cómo se hacen los niños?
¿Cuál es nuestra reacción ante esta pregunta? ¿Nos atragantamos con lo que tengamos en la boca, nos ponemos colorados, nos echamos a reír, hacemos que nuestros hijos se sientan avergonzados o incapaces de entender la respuesta?
La sexualidad es una parte importante de nuestra naturaleza y de nuestra vida, y la educación de nuestros hijos debe incluir este aspecto de forma tan normal y cuidada como cualquier otro de importancia. Tenemos que estar preparados ante preguntas como ¿de dónde salen los niños? ¿qué es hacer el amor? u otras semejantes.Más tarde o más temprano todos los padres habremos de dar respuesta a cuestiones como éstas, y será mejor que seamos nosotros los que les demos las explicaciones oportunas, y no otros niños de su misma edad y situación, que puedan oscurecer más su entendimiento; o peor aún, niños mayores o adultos que pueden escandalizar a nuestros pequeños.
¿De dónde vienen los niños? Es una pregunta como cualquier otra y, aunque nos pille de sorpresa, ante ella no hay que extrañarse, ni ruborizarse, ni evadirla diciendo que es cosa de mayores y ya se la explicarás más adelante. Con la misma naturalidad que ellos preguntan, nosotros tenemos que satisfacer su curiosidad. Pensar en lo que vamos a decir, nos permitirá afrontar el momento con naturalidad. Tan importante como preservar su inocencia es no subestimar su capacidad de comprensión, por eso, adaptaremos nuestro discurso a la edad y al grado de madurez de muestro hijo o hija. Este tipo de preguntas nos pueden resultar incómodas, bien porque pensamos que nuestros hijos no están preparados para entender las implicaciones del tema, o bien porque incluso nosotros mismos nos sentimos incómodos a la hora de hablar sobre genitales o relaciones sexuales, pero como decía San Agustín: "No debemos avergonzarnos de nombrar lo que Dios no se avergonzó en crear". Es importante que nuestros hijos reconozcan su anatomía y sexualidad desde pequeñitos. Asimismo, la pregunta debe tratarse con delicadeza; podemos decir las cosas con claridad, pero sin entrar en demasiados detalles, por ejemplo, decirle que una mujer y un hombre "están juntos" o "se complementan", pero sin explicarles paso por paso en lo que consiste un coito.Si alguna vez nos resulta difícil encontrar las palabras adecuadas o contestar de una manera breve y sencilla, siempre podemos ayudarnos de algún libro con ilustraciones para niños: "una imagen vale más que mil palabras". En cualquier caso, no debemos renunciar a ser nosotros los que resolvamos las dudas sexuales de nuestro hijo o hija.

Libro: Educacion sexual para niños y niñas de 0 a 6 años. Yvette Lodge. El objetivo de este libro, fruto de la investigación y la experiencia de la autora, es ayudar a entender la sexualidad infantil a los educadores de niños y niñas de 0 a 6 años, mediante ejemplos claros y sencillos, adaptados también a niños con necesidades educativas especiales, para que sepan adoptar conductas y actitudes adecuadas.Este libro desarrolla también de forma muy práctica, pautas de actuación encaminadas a la prevención del abuso sexual infantil.El resultado constituye una aportación de gran interés para educadores, familias, docentes, etc., preocupados por el desarrollo global y armónico de la infancia.
Los padres deben tener muy claro el tipo de orientación sexual que desean dar a sus hijos. La educación sexual es un proceso largo, de toda una vida. Siempre hay tiempo de corregir e intervenir para que el niño vaya mejorando su concepto, su conocimiento y su vivencia sobre la sexualidad. Como tantas otras tareas, esa no es la más o menos fácil para los padres. Normalmente, se estimula el desarrollo del niño, y se está muy pendiente de su evolución cuanto al comer solos, a caminar, a que tengan buenos hábitos, etc., pero se olvida de la sexualidad. Existe todavía demasiado cuidado, "respeto" y en muchos casos un cierto tabú en hablar del tema. Los padres están siempre lanzando elogios al pelo, a los ojitos, a los mofletes del niño, pero no hablan de sus órganos sexuales. Es bueno saber que, asumiendo o no la tarea de orientarlos, charlando o no con ellos, los padres estarán dando educación sexual.
Los padres y la sexualidad de sus hijos. Dependiendo de la actitud de los padres, los niños aprenden si el sexo es bonito o feo, correcto o incorrecto, un tema de conversación o no. Los padres son un modelo con sus actitudes, hablen o no del tema. Que el niño no pregunte no significa que no quiera saber. Puede que simplemente no se anima a preguntar con recelo de la actitud que sus padres tendrán hacia el tema. Es que aún en muchas casas, cuando un niño pregunta algo relacionado a la sexualidad es mal interpretado como "grosero" porque lo preguntó en voz alta, "mal educado" porque lo preguntó a otra persona, "fuera de lugar" porque preguntó en la escuela, o "degenerado" porque se siente demasiado interesado y curioso en el tema.Los padres deben tener muy claro el tipo de orientación que desean dar a sus hijos. Deben considerar que hoy día los niños están muy expuestos a todo tipo de información sobre el sexo. En razón de eso, es necesario "vigilar" as actividades de los niños, y si es el caso, ofrecer nuevas opciones de entretenimiento, buscando programas, comprando discos y ropas que estén de acuerdo con la edad del niño, y así garantizando un mínimo de protección. Es conveniente que los niños no sobrepasen etapas. Que no abandonen los juegos infantiles por imitaciones más adultas y comportamientos similares.
La información sexual adecuada protege a tu hijo. Otra actitud que los padres no deben olvidarse es de evitar aquella vieja historia de separa los niños y niñas en grupos distintos en lo que se refiere a la sexualidad. Se debe hablar con los dos por igual, independiente del sexo que tenga. El hecho de negar igual derecho a la información, a la formación, y al placer, harán niños pasivos, educados para a sumisión, y muy poco preparados para resolver posibles problemas en el futuro. La información adecuada a los hijos les ayudará después a enfrentarse a un posible abuso sexual, a una enfermedad, etc. En resumen, les protegerá.