¿Cuál es nuestra reacción ante esta pregunta? ¿Nos atragantamos con lo que tengamos en la boca, nos ponemos colorados, nos echamos a reír, hacemos que nuestros hijos se sientan avergonzados o incapaces de entender la respuesta?
La sexualidad es una parte importante de nuestra naturaleza y de nuestra vida, y la educación de nuestros hijos debe incluir este aspecto de forma tan normal y cuidada como cualquier otro de importancia. Tenemos que estar preparados ante preguntas como ¿de dónde salen los niños? ¿qué es hacer el amor? u otras semejantes.Más tarde o más temprano todos los padres habremos de dar respuesta a cuestiones como éstas, y será mejor que seamos nosotros los que les demos las explicaciones oportunas, y no otros niños de su misma edad y situación, que puedan oscurecer más su entendimiento; o peor aún, niños mayores o adultos que pueden escandalizar a nuestros pequeños.
Libro: Educacion sexual para niños y niñas de 0 a 6 años. Yvette Lodge. El objetivo de este libro, fruto de la investigación y la experiencia de la autora, es ayudar a entender la sexualidad infantil a los educadores de niños y niñas de 0 a 6 años, mediante ejemplos claros y sencillos, adaptados también a niños con necesidades educativas especiales, para que sepan adoptar conductas y actitudes adecuadas.Este libro desarrolla también de forma muy práctica, pautas de actuación encaminadas a la prevención del abuso sexual infantil.El resultado constituye una aportación de gran interés para educadores, familias, docentes, etc., preocupados por el desarrollo global y armónico de la infancia.
Los padres deben tener muy claro el tipo de orientación sexual que desean dar a sus hijos. La educación sexual es un proceso largo, de toda una vida. Siempre hay tiempo de corregir e intervenir para que el niño vaya mejorando su concepto, su conocimiento y su vivencia sobre la sexualidad. Como tantas otras tareas, esa no es la más o menos fácil para los padres. Normalmente, se estimula el desarrollo del niño, y se está muy pendiente de su evolución cuanto al comer solos, a caminar, a que tengan buenos hábitos, etc., pero se olvida de la sexualidad. Existe todavía demasiado cuidado, "respeto" y en muchos casos un cierto tabú en hablar del tema. Los padres están siempre lanzando elogios al pelo, a los ojitos, a los mofletes del niño, pero no hablan de sus órganos sexuales. Es bueno saber que, asumiendo o no la tarea de orientarlos, charlando o no con ellos, los padres estarán dando educación sexual.
Los padres y la sexualidad de sus hijos. Dependiendo de la actitud de los padres, los niños aprenden si el sexo es bonito o feo, correcto o incorrecto, un tema de conversación o no. Los padres son un modelo con sus actitudes, hablen o no del tema. Que el niño no pregunte no significa que no quiera saber. Puede que simplemente no se anima a preguntar con recelo de la actitud que sus padres tendrán hacia el tema. Es que aún en muchas casas, cuando un niño pregunta algo relacionado a la sexualidad es mal interpretado como "grosero" porque lo preguntó en voz alta, "mal educado" porque lo preguntó a otra persona, "fuera de lugar" porque preguntó en la escuela, o "degenerado" porque se siente demasiado interesado y curioso en el tema.Los padres deben tener muy claro el tipo de orientación que desean dar a sus hijos. Deben considerar que hoy día los niños están muy expuestos a todo tipo de información sobre el sexo. En razón de eso, es necesario "vigilar" as actividades de los niños, y si es el caso, ofrecer nuevas opciones de entretenimiento, buscando programas, comprando discos y ropas que estén de acuerdo con la edad del niño, y así garantizando un mínimo de protección. Es conveniente que los niños no sobrepasen etapas. Que no abandonen los juegos infantiles por imitaciones más adultas y comportamientos similares.
La información sexual adecuada protege a tu hijo. Otra actitud que los padres no deben olvidarse es de evitar aquella vieja historia de separa los niños y niñas en grupos distintos en lo que se refiere a la sexualidad. Se debe hablar con los dos por igual, independiente del sexo que tenga. El hecho de negar igual derecho a la información, a la formación, y al placer, harán niños pasivos, educados para a sumisión, y muy poco preparados para resolver posibles problemas en el futuro. La información adecuada a los hijos les ayudará después a enfrentarse a un posible abuso sexual, a una enfermedad, etc. En resumen, les protegerá.