El bebe al
nacer presenta la columna vertebral cóncava, forma de “C”, pero desde ese mismo
instante comienza un proceso lento de enderezamiento. Se inicia por la cabeza,
siguiendo por el tórax, la zona lumbar de la columna vertebral y concluye en la
cadera. Este proceso requiere necesariamente de un continuo cambio postural,
tumbado, boca abajo, de lado, recostado, etc. Cada momento del desarrollo del
bebe, nos va exigir que facilitemos una posición diferente, de su cuerpo con
respecto al entorno. En nuestra mano está ofrecerle variedad posicional
continua.
El
bebe no va tener la misma visión de su entorno, los estímulos que reciba serán
diferentes, ni va a ejercitar las mismas zonas musculares si esta tumbado, boca
bajo, de lado etc. Todas las posiciones son necesarias y cada una en su momento,
no debemos forzar ni prolongar, por nuestras conveniencia, ninguna de ellas,
pues podemos favorecer el desarrollo de plagiocefalia por el apoyo continuado del mismo lateral
de la cabeza . Los cambios posturales son básicos y debemos facilitarle que los
descubra y practique.
Fuente: Atención temprana y familia
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