Cuando mamá o papá le acarician o masajean, el bebé va tomando poco a poco conciencia de su propio cuerpo favoreciendo su desarrollo físico (sus músculos, su circulación) pero también su desarrollo cognitivo y emocional.
Al tocarlo aumenta la conexión afectiva con el bebé fortaleciendo el vínculo emocional entre el niño y sus padres. Además, el tacto influye notablemente sobre su autoestima.
Al tocarlo aumenta la conexión afectiva con el bebé fortaleciendo el vínculo emocional entre el niño y sus padres. Además, el tacto influye notablemente sobre su autoestima.
Los mimos, las caricias y los besos brindan a los bebés mayor seguridad y de esa forma se vuelven más proclives a establecer relaciones sociales con las demás personas haciéndolos niños más sociables.
Asimismo, ese fortalecimiento de la autoestima se traduce en un mejor desarrollo del lenguaje. Puede resultar extraño, pero el tacto también se relaciona con una mayor facilidad para incorporar nuevas palabras y para el aprendizaje de las habilidades lingüísticas.
Ya sabes. Los mimos, los masajes y las caricias nunca sobran, en cualquier momento y cualquier lugar. Son muestras de cariño, pero también son mucho más que eso, por eso no desaproveches oportunidad para tocar a tu bebé. Al aplicarle crema, al bañarlo, al darle un masaje después del baño, y por supuesto, con mimos a la hora de dormir, le estaremos aportando mucho amor y grandes beneficios para su desarrollo.
Aquí os dejo un enlace sobre "Cómo dar un masaje a tu bebé" (En Inglés)Si quieres ver un reportaje sobre la importancia del tecto, pincha en la siguiente imagen