viernes, 15 de febrero de 2013

Orientaciones: la siesta

Durante los primeros años de vida, como mínimo hasta los cinco años, es más que recomendable y fundamental que nuestros hijos duerman la siesta o como mínimo descansen un rato después de comer.
Dormir la siesta influye directamente en el desarrollo de nuestros hijos de un modo muy positivo, ya que les ayuda a estar más tranquilos, menos irritables, más atentos y sosegados, … La diferencia entre una tarde de mal humor y una tarde más pacífica está, muchas veces, en haber dormido una siesta o no.
Fuente: escuela en la nube
Para seguir leyendo, PINCHA AQUÍ