Estas orientaciones se corresponden con el boletín de escuelas de padres ya entregado nº 17.
La atención temprana comprende actualmente actuaciones dirigidas a prevenir situaciones de riesgo, a la intervención con niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Contempla además un adecuado asesoramiento sobre aspectos relacionados con el entorno, la estimulación y los cuidados, que tiene una importante función preventiva, al aportar conocimientos y estrategias para un desarrollo idóneo del niño en sus distintas áreas.
SITUACIÓN DE PARTIDA AL NACER:
• Ajuste fisiológico (ritmos sueño, alimentación, etc) y adaptación entre niño y adulto.
• Despliegue de conductas reflejas: el niño responde a los estímulos pero con respuestas involuntarias.
• Las capacidades sensoriales del niño ya funcionan.
A PARTIR DE AQUÍ, EL NIÑO:
• Emite señales a través de:
• Llanto: expresa emociones y le sirve para comunicarse.
• Miradas: son movimientos breves, no dirigidos voluntariamente hacia el estímulo.
• Movimientos corporales: aún siendo globales, en masa y no coordinados, se trata de su forma natural de responder ante cualquier estímulo interno o externo. No siempre reflejan necesariamente malestar o ansiedad.
A PARTIR DE AQUÍ, EL ADULTO:
• Debe aprender a identificar y responder a las señales que emite el niño.
ESTÍMULOS AMBIENTALES
• Luz o iluminación: proporciónale una iluminación media y que no se dirija de forma directa a los ojos del niño. Evita los cambios bruscos para favorecer su adaptación.
• Sonido: habla al niño; recuerda que prefiere las voces humanas más que cualquier otro sonido. Deben existir momentos de silencio y momentos de ruido para que el niño se adapte a su entorno, pero evitando los cambios bruscos de sonido y la ausencia o la constancia del mismo.
• Espacios: proporciónale un espacio propio y preferentemente reducido. Respeta su tendencia a arrastrarse en la cuna. Evita las cunas grandes, potencia los cucos o nidos. Disfruta del abrazo cuando el niño esté en situación de alimentación o simplemente despierto.
Utiliza el porta-bebé sólo para traslados momentáneos, evitando tiempos prolongados.
RESPUESTAS DEL ADULTO AL NIÑO
Cuando los niños dejan de ser atendidos en el hospital y pasan al cuidado exclusivo de los padres, con frecuencia se genera en éstos sensaciones de inseguridad, falta de competencia, ansiedad, temores. Esto es una fase normal del proceso de adaptación inicial y que comenzará a desaparecer cuando se aprenda a interpretar y responder a las señales que emite el niño.
PARA MEJORAR ESTE PROCESO ADAPTATIVO:
• Escucha, observa y mantén la tranquilidad.
• El llanto es una señal de comunicación a la que debes responder utilizando la voz (hablar, susurrar, cantar) y el contacto físico que no siempre será cogerlo en brazos: prueba con caricias o masajes, y si no, abrázalo.
Si tomas en brazos al niño conviene:
• Sujetar bien la cabeza para favorecer una buena interacción cara a cara.
• Y si buscas favorecer la relajación, prueba a tomarlo sujetando su cabeza en una posición de arrullo y asegurando la sujeción de la misma, restringiendo suavemente el movimiento corporal.
• Cambia al niño de posición mientras se encuentre despierto y estés presente, incluyendo la postura boca abajo para favorecer el control de la cabeza y la exploración del ambiente.
• Aprovecha el momento de la lactancia para disfrutar de la relación con el niño puesto que no se trata solamente de un acto nutritivo sino de un marco de interacción y comunicación.• Aprovecha el cambio de pañal y sobre todo el baño, para acariciar y estimular al niño a través del tacto.
• Respeta sus reacciones y estados (sueño, vigilia, llanto)