La risa es una señal de buena salud psíquica y física. A medida que crecen los niños, el sentido del humor reflejará también una madurez mental y reforzará los lazos sociales. La risa hay que practicarla, fomentarla y disfrutarla. Todos comenzamos a reírnos desde edades muy tempranas. Primero se esbozan sonrisas de forma refleja. Luego, en respuesta a las personas que se acercan sonrientes haciendo cucamonas y emitiendo simpáticas sonrisas. Más tarde, se aprende que, cuando se sonríe, se es más querido por los familiares y personas circundantes. Y así se continúa riendo con compañeros y amigos, hasta llegar a la edad adulta... y mucho más. Para leer más, PINCHA AQUÍ