lunes, 11 de enero de 2010

Orientaciones: Situaciones típicas y cómo superarlas VI


Mi hijo no para quieto mientras come:
A menudo los niños juegan mientras comen, lo que lleva a que se levante y se tenga que ir detrás suyo para que coma, se dilate el tiempo de comida, se manche y se desordene el entorno de la comida. No se trata de niños que no quieran comer, normalmente se distraen y prefieren jugar a comer.
Rutinas importantes para que el niño cambie sus hábitos y esté sentado
Ser muy sistemáticos ya que los cambios son lentos.
No dar de comer entre comidas.
Comer en un lugar fijo, manteniendo sitios para cada miembro familiar.
Comer en familia y todos sentados, en caso de que el niño coma solo es importante que el adulto que le ayude esté sentado para darle ejemplo.
No dejarle juegos cerca, comer es un acto en si mismo.
Anticipar todas las conductas que luego él puede demandar: lavarse las manos, ir al W.C. y hacerlo antes de empezar.
Antes de empezar recordar las normas básicas, aquello que esperamos de él:
Ha de comer sentado
Acabárselo todo en el tiempo marcado
No ha de jugar con nada .
Reforzarle positivamente cada vez que esté sentado.
No decirle nada, no hacerle caso cuando se levante.
Sacarle el plato de comida cuando todos hayan acabado y se considere que la hora de comer ha acabado.
Entre plato y plato, si está nervioso, puede ayudar a su madre a traer el segundo plato, ir a buscar agua… siempre acompañado de un adulto lo que impedirá que por el camino se distraiga con otra actividad.
Mi hijo es muy lento:
Otro problema importante es el tiempo que se dedica a las comidas. Lo más importante es ser consciente de que provoca la demora en las horas de la comida. A menudo los adultos le podemos dedicar poco tiempo a las rutinas alimenticias. Este tiempo puede ser suficiente para nosotros pero no siempre lo es para los niños y más si queremos que aprendan a comer solos. Es importante ver si el tiempo que dedicamos a la comida es el necesario y correcto para nuestros hijos. No todos los alimentos necesitan el mismo tiempo de ingesta, va a depender mucho del tipo de alimento y de las preferencias alimenticias del niño.
Rutinas importantes para que el niño cambie sus hábitos y vaya más rápido comiendo:
Ser muy sistemáticos ya que los cambios son lentos.
No dar de comer entre comidas.
Llenar poco el plato, es preferible que pida más y repita.
Es importante que acabe lo que tiene en el plato.
Evitar elementos distractores.
Utilizar un reloj para hacerle ser consciente del tiempo que emplea para comer.
Marcar el tiempo que tiene para comer.
Acabar la comida con el resto de la familia aunque no acabe el plato.
Reforzar positivamente cuando cumpla el tiempo marcado.
Tener en cuenta que no siempre el niño tiene el mismo apetito.
Mi hijo se niega a comer:
En ocasiones nuestro hijo se niega a comer un tipo concreto de alimento o no quiere acabar lo que ha empezado en el plato. Por otro lado su rutina alimentaria no es siempre la misma, hay comidas en las que come solo y bien, y en otras no come nada. A menudo se une a la necesidad de que el adulto le de la comida personalmente.
A menudo se puede determinar qué tipo de alimentos son los que producen una negativa y no se quieren ingerir.
El sabor del alimento, el olor, el color, la textura o la forma de cocción pueden ser la causa del rechazo. Conocerlo nos va a permitir intervenir y trabajar mejor sobre el problema.
Rutinas importantes para que el niño cambie sus hábitos y vaya aceptando comer más tipos de alimentos:
Ser muy sistemáticos ya que los cambios son lentos. o dar de comer entre comidas.
Localizar el tipo de alimento, o la forma de cocción que genera el rechazo.
Mezclar tipos de alimentos diferentes.
Enmascarar el gusto del alimento que no quiere con otro que le guste mucho.
Asegurarse que siempre hay alimentos que le gusten para reforzar.
Dar inmediatamente después de un alimento que no le gusta otro que si le gusta.
Ir aumentando progresivamente, una vez ya lo va aceptando, la cantidad de alimento que no acepta.
Reforzar positivamente cada vez que el niño ingiere un alimento no deseado.
No hacer caso cuando se queja y no quiere comer.
ABBOT